De Buenaventura a Pasto con Batuta y el poder transformador de la música
En un recorrido que comenzó el pasado 4 de junio por el occidente colombiano, Lucía González, presidenta Ejecutiva y Luz Adriana Betancourt, gerente de Batuta en el occidente del país, visitaron los centros musicales de Buenaventura, Cali y Pasto, conociendo de primera mano los procesos de formación que se desarrollan en estos lugares. La travesía, que abarcó algunos municipios y departamentos de esta región de Colombia, reveló la dedicación y esfuerzo que Batuta invierte en la formación integral de niños, niñas y jóvenes, fortaleciendo el tejido social a través de la música.
Buenaventura: ritmos de resiliencia y esperanza
La primera parada fue Buenaventura el martes 4 junio, una ciudad marcada por desafíos sociales y económicos. Aquí, Batuta trabaja incansablemente para ofrecer a los niños, niñas y jóvenes un espacio seguro y creativo. En colaboración con aliados locales como la Alcaldía de Buenaventura y diversas organizaciones comunitarias, los centros musicales de la región entre los que se encuentra Buenaventura Componente Discapacidad, Tangaré, Sinfónico Lleras, Allegro, Miramar y Moderatto brindan formación en instrumentos sinfónicos y corales, enfocándose en la inclusión y el desarrollo personal.
Durante la visita, Luz Adriana Betancourt, gerente de Batuta en el occidente del país, junto al maestro Ricardo Meneses, coordinador musical, asistieron a clases de ensayo y muestras musicales en la que los jóvenes músicos demostraron su talento y dedicación, compartiendo sus historias de superación, evidenciando el impacto positivo de Batuta en sus vidas y las de su comunidad.
La lluvia no impidió que el poder transformador de la música que se vive gracias al programa Sonidos de Esperanza, implementado por Batuta y el Ministerio de las Culturas, las Artes y los Saberes, pudiera ser evidenciado, demostrando así la calidez y alegría con la que la niñez de Buenaventura es impactada positivamente para siempre.
Cali: una sinfonía de diversidad y talento
La siguiente parada fue Cali, la capital del Valle del Cauca, conocida por su vibrante escena cultural. En esta ciudad, Batuta opera en varios centros musicales, en alianza con entidades como la Secretaría de Cultura de Cali y organizaciones educativas. Aquí, cientos de niños, niñas y jóvenes reciben formación musical, desarrollando habilidades que trascienden el ámbito artístico y promueven la disciplina, el trabajo en equipo y la autoestima.
La comitiva de Batuta fue recibida con una presentación en el Centro Musical Compaz, en la Institución Educativa Llano verde de la ciudad de Cali, donde niñas. niños y jóvenes que hacen parte del programa Sonidos de Esperanza interpretaron un repertorio variado de acuerdo a los diferentes niveles de formación de la que fueron testigos e invitados especiales sus familias, docentes y compañeros, un momento en el que en medio de la ansiedad previa por presentarse, los niños lograron transformar en sonrisas y ganas de bailar a medida que llegaban sus interpretaciones, considerando que la compañía y ánimo de sus familias logro calmar esos tan conocidos nervios y pánico escénico que siempre experimentan los artistas.
Esta muestra de talento local destaca la importancia de mantener y fortalecer estos programas que no solo forman músicos, sino también ciudadanos comprometidos y mejores personas como lo precisa José Cajicá Suarez, integrante del Centro Musical que a sus11 años y con apenas seis meses en el programa ha logrado adaptarse fácilmente al grupo permitiendo un buen desempeño a la hora de tocar flauta dulce y las tradicionales placas, él argumenta que ha cambiado su vida en tan poco tiempo ya que no solo aprendió a tocar instrumentos o cantar, sino que sus métodos de estudio, concentración y liderazgo ha mejorado enormemente.
Pasto: tradición y modernidad en armonía
El recorrido cerró en Pasto, una ciudad con una rica herencia cultural y musical. Aquí, Batuta colabora estrechamente con la Gobernación de Nariño, la Alcaldía de Pasto y otras instituciones locales para ofrecer programas de formación que integran la música tradicional andina con prácticas sinfónicas contemporáneas.
Los centros musicales de Pasto destacan por el interés de niños, niñas y jóvenes en su identidad cultural, con una constante inquietud por explorar sus raíces a través de la música.
La visita incluyó un encuentro con maestros y la red de cuidadoras del Centro Musical Componente de Discapacidad La Paz, del que no solo frecuentan para llevar a sus hijos, sino del que son parte fundamental ya que acompañan en las clases y muestras musicales haciendo un acompañamiento vocal del que vienen aprendiendo con los docentes y coordinadores Batuta.
Es el caso de Sandra Vásquez, madre cuidadora, “El proceso ha sido muy importante para mi hijo, sobre todo después de la pandemia, ya que ha vuelto a socializar con más personas, para nosotras como familia y sobre todo como mamás y cuidadoras que estamos más tiempo con ellos, descubrimos nuevos talentos, tenemos muchas cosas que aportar a los chicos y a la Fundación, hemos descubierto que para cuidarlos debemos cuidarnos también”.
Ha sido visible el cambio en su vida y la de sus familia, haciendo de ellas mujeres empoderadas y capacitadas en procesos productivos que alivia y mejora la calidad de vida de sus núcleos familiares, pero sobre todo reconociendo que la música ha transformado a sus hijos proporcionando una alternativa positiva y constructiva, haciendo de ellas y ellos personas más independientes.
En la ciudad de Pasto fue posible conocer el liderazgo del grupo de docentes que son actores vivos en la cultura de su ciudad y sobre todo ejemplo para sus estudiantes quienes han venido fortaleciendo sus proyectos de vida no solo musical sino profesionalmente y que dentro de sus planes sueñan con seguir sus pasos en la formación de los futuros talentos Batuta de toda Colombia.
Una cobertura amplia y transformadora
En total, la cobertura regional de Batuta en el occidente colombiano abarca 33 centros musicales distribuidos en 15 municipios y 6departamentos, atendiendo a 4.629 niños y jóvenes. Este extenso trabajo refleja el compromiso de Batuta con la formación integral, promoviendo la paz y la cohesión social en regiones diversas y a menudo desafiantes.
Un futuro brillante a través de la música
El recorrido de la gerencia regional occidente y la presidencia ejecutiva de Batuta por Buenaventura, Cali y Pasto no solo permitió identificar los logros alcanzados, sino también el potencial de la música como herramienta de transformación social. Al conocer de cerca los contextos y desafíos de cada lugar, y seguir sumando nuevos aliados que en adelante se sumarán a la misión de seguir brindando oportunidades a miles de niños y jóvenes en toda Colombia.
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