Música que Conecta: Talleres de Sensibilización Musical

En alianza con la Oficina de la Consejería Distrital de Paz, Víctimas y Reconciliación, la Fundación Nacional Batuta impulsa acciones para fortalecer el tejido social y la construcción de paz.

• Más de 900 personas participaron en los talleres desarrollados en los tres Centros de Encuentro.

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Durante el 2025, la Oficina de la Consejería Distrital de Paz, Víctimas y Reconciliación y la Fundación Nacional Batuta desarrollaron espacios lúdicos, creativos y de sano esparcimiento en los Centros de Encuentro de Víctimas de las localidades de Rafael Uribe Uribe, Kennedy y Suba. Estos espacios estuvieron orientados a brindar a las familias experiencias significativas que promovieran el disfrute de las artes mediante talleres intergeneracionales de sensibilización musical.

Los talleres se basaron en las herramientas Cajita de Música y Juego, actividades musicales para la primera infancia y el programa Música en Movimiento, con espacios de participación en los que niños, niñas, adolescentes, jóvenes, adultos y personas mayores compartieron procesos creativos. La participación abarcó grupos etarios desde los 6 hasta los 70 años, dentro de un entorno inclusivo y respetuoso que acogió a personas con diversas identidades, trayectorias y contextos.

En total, se realizaron 10 talleres por cada Centro de Encuentro: seis basados en la herramienta Cajita de Música y Juego y cuatro en Música en Movimiento. Cada taller incluyó componentes de creación —como manualidades, aprendizaje de canciones, actividades de desarrollo auditivo y entrega de materiales— y contó con la participación de alrededor de 30 personas por sesión, entre personas solas y grupos familiares. Esto permitió alcanzar más de 900 personas beneficiadas durante el proyecto.

Previo a cada sesión, el personal psicosocial de los Centros de Encuentro desarrolló actividades de sensibilización para fortalecer en las víctimas del conflicto armado el reconocimiento de sus capacidades de afrontamiento, promoviendo la transformación del dolor en aprendizajes orientados a la construcción de paz. Estas sensibilizaciones se articularon con los contenidos musicales, generando coherencia y continuidad en el proceso.

El trabajo psicosocial se vio enriquecido por la música, el movimiento, la palabra y actividades recreativas. Cada encuentro se convirtió en un espacio para crear comunidad, sanar colectivamente y afirmar el valor de las historias y experiencias de los participantes.

Desde la expresión emocional, se evidenciaron relatos personales en los que la música, el ritmo y el movimiento se consolidaron como herramientas esenciales para tramitar emociones, reconocer vivencias y construir nuevas formas de narrar lo vivido en un entorno terapéutico y liberador. Esto permitió fortalecer vínculos significativos, promover la convivencia y robustecer el tejido comunitario desde el arte y la cultura.

Estos talleres fueron un espacio para que las víctimas del conflicto armado que llegan a Bogotá pudieran tramitar sus emociones mediante el arte y la música. En cada sesión, el uso de instrumentos y el baile ofrecieron una pausa necesaria para transformar el sufrimiento a través de la escucha, la expresión y el reconocimiento emocional.

Desde la Consejería de Paz y la Fundación Nacional Batuta, creemos en el poder transformador del arte para contribuir a la superación de las afectaciones del conflicto armado y para que las víctimas puedan reconstruir identidades a través de procesos de sanación.