En el marco de los programas ‘Sonidos de Esperanza’ y ‘Sonidos para la Construcción de Paz’, la Coordinación Regional Musical y de Gestión Social Batuta Oriente realizó el pasado mes de agosto un recorrido por los centros musicales donde se desarrollan actividades culturales y educativas en Santander y Barrancabermeja, con el objetivo de transformar las vidas de jóvenes y niños a través de la música.

Johana Alfonso, profesional regional de gestión social de la Gerencia Batuta Oriente agrega: “Poder visitar los territorios donde funcionan los centros musicales del programa Sonidos de Esperanza del Ministerio de las Culturas, las artes y los Saberes y Batuta es una oportunidad para acompañar y garantizar la calidad de los procesos implementados, permite tener una mirada integral y direccionar mejor los procesos académicos y vivir el impacto transformador de la música y los procesos sociales en la vida de las personas”.

La visita comenzó en el municipio de Charalá, Santander, donde se llevó a cabo un diagnóstico territorial para evaluar el contexto y las necesidades locales, en este escenario, se presentó el proyecto ‘Voces de Esperanza Riachuelo’, una iniciativa que busca fortalecer la cultura y promover la cohesión social a través de la música.

Posteriormente, su siguiente escala fue en la vereda Guatiguará, en Piedecuesta, donde visitaron cuatro agrupaciones musicales que forman parte del programa ‘Sonidos de Esperanza’., allí, las niñas, niños y jóvenes participantes recibieron un acompañamiento integral en su proceso formativo musical.

El recorrido continuó en Floridablanca, con un emotivo encuentro con las familias de los niños del Centro Musical Batuta de Discapacidad, quienes participaron en un taller musical inclusivo, en este espacio, la música se utiliza como herramienta de integración, fortaleciendo la autoestima y el sentido de pertenencia de los participantes.

La jornada culminó con una reunión entre los equipos territoriales de los centros musicales de Piedecuesta, Bucaramanga y Floridablanca, donde se consolidaron estrategias de colaboración entre los centros musicales de la región, reforzando la red de apoyo local en el marco del programa ‘Sonidos de Esperanza’.

La segunda parte de la visita se centró en la ciudad de Barrancabermeja, donde el equipo de Batuta acompañó a las agrupaciones musicales de las comunas 1 y 3, y visitó el Centro de Formación Orquestal Barrancabermeja Sinfónico, un proyecto financiado por ECODIESEL Colombia S.A.

En este escenario, se llevaron a cabo encuentros psicosociales que permitieron a los niños y niñas explorar sus emociones a través de actividades artísticas innovadoras. El uso de títulos como medio de expresión y aprendizaje jugó un papel clave en el desarrollo de estas dinámicas, promoviendo el bienestar integral de

Además, se ofreció un taller de cuerdas frotadas para los estudiantes de la orquesta intermedia, con el fin de fortalecer sus habilidades musicales y técnicas.

En paralelo, el profesional de gestión social impartió el taller denominado ‘Cómo me siento, me proyecto’, una iniciativa orientada a capacitar a los nuevos embajadores del programa Orquestal.

Estos jóvenes líderes, seleccionados entre los participantes del Centro de Formación Orquestal Barrancabermeja Sinfónico, serán los encargados de representar a sus compañeros y difundir los valores de la música y la cultura como agentes de transformación.

Esta jornada dejó claro que la música sigue siendo un medio poderoso para generar cambios profundos en las comunidades, donde gracias al compromiso de Batuta, ECODIESEL y el Ministerio de las Culturas, las Artes y los Saberes, cientos de niños y jóvenes encuentran en la música una herramienta para la construcción de paz, el bienestar emocional y el desarrollo social.

Te puede interesar: Así vivimos el voluntariado corporativo en Barrancabermeja entre Batuta y Ecodiesel Colombia